La música se ha convertido en un verdadero instrumento de unión, ánimo y esperanza durante la crisis del COVID-19, lo hemos comprobado durante los últimos meses, por ejemplo, en los infinitos TikToks subidos por los usuarios en los que disfrutaban de sus canciones favoritas y bailes que se han viralizado de forma exponencial.
También puedes ver que la música ha sido terapia durante el confinamiento por todas las canciones que se han compuesto durante estos meses de encierro que tan rápido hemos aprendido y compartido entre nuestros familiares, amigos y conocidos. Un ejemplo de esto puedes verlo en tema de Rozalén «Aves Enjauladas» compuesto en pleno confinamiento.
La música nos ha dado grandes bocanadas de aire fresco en los días de mayor incertidumbre para todos. Una situación que, pese a todo, ha permitido a autores y compositores tener el tiempo y la inspiración para crear genuinas piezas desde el fondo de su corazón.
Durante el estado de alarma el consumo de música se ha visto incrementado en un 63%, según el estudio Dinámicas de uso e influencia de la música en las personas durante el confinamiento por la crisis del COVID-19 en España, realizado por miembros del Grupo de Investigación Reconocido (GIR) «Educación artística: procesos, espacios y prácticas (EAPEP)» de la Universidad de Burgos.
Incluso las personas más afectadas por esta pandemia han hecho de la música su mejor compañía mientras atravesaban los momentos más duros y solitarios de esta grave enfermedad, han llenado sus días más difíciles de melodías y ritmos que ayudan a levantar los ánimos y sanar el espíritu.
